Alonso Cano es sin duda el artista más completo del Siglo de Oro. Él era dibujante, pintor, escultor, grabador, retablista, diseñador y arquitecto. Alonso Cano empezó su vida en Granada, España el 19 de marzo del 1601. Se dice que su padre; quien se llamaba Miguel, era retablista, elaboraba bocetos para otros artistas y construía muebles; fue el que le enseñó a dibujar desde una edad temprana. Se especula que su madre, quien se llamaba María Almansa, también podría haber practicado el dibujo. Después de algunos años, cuando Alonso tenía alrededor de 12 años, la familia se mudó a Sevilla por el trabajo de su padre. Fue ahí precisamente en donde Alonso pudo desarrollar con inmensa facilidad sus dotes artísticas. Durante su estancia en Sevilla colaboró en muchos proyectos junto a su padre, asimismo en 1616 se hizo aprendiz de Francisco Pacheco en su taller de pintura.
Durante su estadía en Sevilla su reputación como un gran pintor fue creciendo. También, pudo completar su formación de escultor junto a Juan Martínez Montañés. En los proyectos en los que tuvo la oportunidad de colaborar con su padre, fueron principalmente para las dinastías artísticas y fueron encargos eclesiásticos de diseño y policromía de retablos. En 1626, obtuvo su título como gran pintor y fue en ese mismo año en el que se casó con María d Figueroa, y por consecuencia aseguró su puesto en el arte sevillano. Permaneció en Sevilla durante las décadas de 1620 y 1630, en las cuales trabajó con varias empresas artísticas, pero en casi todos sus trabajos es más reconocido como escultor o retablero que como pintor. Algunos años después, en 1938 el conde-duque de Olivares lo invita a trasladarse a Madrid para que fuera pintor y ayudante de cama, y Alonso acepta.
Para cuando éste se marcha a Madrid, ya se había casado por segunda vez, con María Magdalena de Uceda. Ya una vez instalado en Madrid, pudo participar en grandes empresas artísticas y así terminó su formación como pintor. Mientras pintaba en Madrid, su estilo se alejó del naturalismo, lo cual caracterizaba a la pintura sevillana de ese entonces. En los años de 1639 a 1640 tuvo el gran honor de ejecutar dieciséis retratos imaginarios de los reyes de España. éstos cuadros reflejan el amor de Alonso por los efectos de color y transparencia. Por desgracia, en un incendio en 1734, se perdieron todos los cuadros excepto dos. Durante los años se 1644 y 1645, se trasladó de Madrid a Valencia. Se cree que la razón por su traslado fue la violenta muerte de su esposa, y fue acusado de ser cómplice en la muerte, pero después de ser interrogado, concluyeron que no tuvo nada que ver con el asesinato.
Aunque se había ido de Madrid, Alonso regresa en 1645 para instalarse otra vez en esta cuidad. De 1645 a 1652 se considera su etapa más productiva, ya que realiza bastantes trabajos de pintura, escultura y arquitectura, por supuesto todos de una altísima calidad. Sus pinturas en ésta época son líricas y sobrias, por ejemplo sus dos versiones de Cristo muerto sostenido por un ángel. En 1652, el pintor regresa a su ciudad natal de Granada. Ahí, se le otorga el cargo de racionero de la catedral de Granada. Su trabajo en la catedral fue extremadamente importante, ya que la catedral todavía permanecía sin terminar cuando él llego. Sus obras más importantes son realizadas en la capilla mayor de la catedral de Granada, y la Virgen del Rosario que realizó para la catedral de Málaga. Alonso Cano muere en 1667, después de haber vivido una vida exitosa y llena de arte.
Si quieres saber más sobre la vida de Alonso Cano puedes visitar Biografías - Alonso Cano o Breves notas sobre su vida, los cuales te proporcionarán con aún más información de la vida de esta gran artista.
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